Sinaloa-sur-Seine

No soy mexicano y nunca me he sentido tal. Para mí, Azteca no es un témino que me defina, es una mentira, soy Yorem'me: soy mayo. Soy apátrida, anarquista y antifascista. No tengo lugar, no tengo paisaje y aún menos tengo patria.

12 marzo 2004

Ay, España...

Quito un poco la vista de los atentados de ayer, ya se ha dicho mucho y no me considero especialista en el tema. Abordemos un tema cercano, ya que estamos por ahí. Ayer veí la tele española en el Centre Pompidou. Se anunciaba que tras los hechos ocurridos por la mañana, los atentados, los partidos decidían suspender las campañas que oficialmente terminarían hoy viernes a medio día. Minutos más el candidato Rajoy aparecía en la primera dando una entrevista en directo, dando su posición y la de su partido en los atentados. Cuanto asco me dio ver como esa escoria recuperaba políticamente el sufrimiento de los españoles de a pie. Descaradamente, mostrando su poca ética política-- vamos a creer que eso existe, seamos buenos--, movía sus piezas cuando él mismo y los demás candidatos han acordado que la partida estaba terminada.

España me recuerda tanto México, si algún día viviera ahí, me sentiría como en casa.

¿Y qué decir de las afirmaciones del gobierno español sobre el autor o los autores de los atentados? Barajan solo el nombre de ETA, que de ser verdad beneficiaría electoralmente al PP, descartando desde el primer momento la pista islamista radical, que en su caso no sería de mucho provecho para el gobierno "popular", habiéndose implicado fanáticamente del lado de los Yankees en la guerra para "liberar Iraq".

Aznar, Acebes, Rajoy, Arenas y tantos otros son unos buitres. Se alimentan de los heridos, de los muertos, de la verdad. Acebes, el fascista, argumentaba que ETA era sin ninguna duda autora de los atentados y llamaba miserables a los que lo dudaban.

Sean quien sean los terroristas, el PP tiene su parte de responsabilidad que debería pagar el domingo 14 de marzo. No creo mucho en eso que llaman democracia, pero sería bueno que los populares se fueran a la sombra.

Dejar remojar un poquito antes de digerir.